Se ha registrado la existencia de 50 especies distintas en el territorio nacional, entre las cuales destacamos cinco
Son un factor de miedo generalizado a nivel mundial. A su ya feroz imagen se sumó la violenta representación en la película Tiburón (Steven Spielberg, 1975) y todas las que le han seguido, donde estos animales figuran como seres destructivos con el instinto de matar, algo que incluso por momentos parece resultarles placentero.
A pesar de que el tiburón está muy lejos de ser el más mortífero para el ser humano, su mala imagen es difícil de erradicar. Pues quienes temen a estos animales ya nunca se bañarán con la misma tranquilidad en las aguas uruguayas. Según estudios realizados por la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos(Dinara) hay 50 especies de tiburones registradas para el territorio nacional, ya sea sobre las costas, en aguas internas como en proximidades.
Dentro de este listado de especies de tiburones, destacamos algunas interesantes por sus características.
La gran madre
El galludo o cazón espionoso (Squalus acanthias) habita en las zonas costeras de todos los océanos, en aguas de temperaturas moderadas (entre 7 y 15 grados), entre los 50 y 200 metros de profundidad, aunque en algunos casos pueden alcanzar los 900. Por lo general vive de forma solitaria aunque en algunos casos puede estar acompañado por otros tiburones. Los cardúmenes en muchos casos se separan por tamaño y sexo.
El período de gestación varía, de manera que según las zonas donde habite puede ir desde los 18 hasta los 24 meses, una de las más extensas de todas las especies animales. Las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos llegando a medir un metro mientras que en el macho su máximo son 72 centímetros. Se alimenta de peces óseos además, calamares, pulpos, cangrejos y caracoles, entre otros.
Debido a su valor comercial, esta especie está siendo sobreexplotada por la industria pesquera, al punto que es considerada vulnerable por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su nombre en inglés). Para Uruguay y Argentina, la organización indica que la disminución reportada es del 50%.
El que tiene mala fama
Ubicado en aguas tropicales y templadas, el tiburón sarda (Carcharias taurus) nada en zonas muy próximas a las costas, entre los 15 a 25 metros de profundidad. Migran a latitudes altas en verano y viajan a las ecuatoriales en otoño inverno. El proceso reproductivos se produce en dos espacios diferentes: la copulación en aguas argentinas y las gestación en aguas tropicales brasileñas, donde están de 9 a 12 meses hasta dar a luz.
Los machos llegan a medir casi cuatro metros de largo y las hembras 2,35 metros. Su alimentación es muy variada e incluye peces, mamíferos marinos e incluso tiburones pequeños. Suelen encontrarse en grupos grandes en tiempos de copulación o para cazar.
De acuerdo con la IUCN, su estado es vulnerable. A la pesca comercial se suma su temible apariencia, la cual ha llevado a su persecución y matanza, a pesar de que las agresiones registradas por parte de esta especie a los humanos son mínimas. Según el sitio de la revista National Geographic, solo reaccionan con agresividad cuando son molestados. Su aspecto tenebroso y gran tamaño también los vuelve ideales para ser exhibidos en acuarios.
El vegetariano
El tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) habita en aguas templadas y frías de los océanos Atlántico y Pacífico, tanto en las costas como en sus proximidades. Su nombre se debe a que suele viajar solo o en pequeños grupos. En cuanto a sus hábitos reproductivos, las hembras que se encuentran gestando permanecen apartadas de las proximidades de las costas.
Su alimentación puede resultar peculiar para la imagen común que se tiene de los tiburones. Su dieta se basa en zooplancton, los cuales captura nadando con la boca abierta (como se puede ver en la foto) y reteniendo las presas en su branquispinas.
Su estado de conservación es entre vulnerable y en peligro, según IUCN.
El guerrero
La distribución del cazón o tiburón trompa de cristal (Galeorhinus galeus) va desde el sur Brasil hasta Argentina, así como en los océanos Índico y Pacífico. Suele moverse entre los 10 y 100 metros de profundidad, pero se registra en mayor cantidad entre los 50 y 80 metros.
En el territorio uruguayo predominan los especímenes machos entre agosto y setiembre, y las hembras entre octubre y noviembre. Suelen tener entre seis y 52 crías, los machos miden aproximadamente un metro y las hembras alcanzan algunos centímetros más de dimensión. Se alimenta de peces, moluscos, crustáceos y pulpos, entre otros.
Durante la década del 30, se descubrió que los hígados de estos tiburones eran una de las fuentes naturales más ricas de vitamina A. Por eso, fueron muy codiciados por parte de los soldados en la Segunda Guerra Mundial, lo que contribuyó al decaimiento de la población de esta especie. Su estado de conservación hoy es vulnerable, de acuerdo con IUCN.
El que está por desaparecer
Ubicado en el sur de Brasil, Uruguay y norte de Argentina, el tiburón recorrecostas o gatuso (Mustelus fasciatus) vive en zonas costeras de aguas templadas y, en su gran mayoría, próximo al fondo. Su ciclo reproductivos se extiende hasta 12 meses y el nacimiento de las crías se produce al norte de Uruguay y sur de Brasil. Al igual que en otras especies las hembras miden más que los machos (156 y 145 centímetros respectivamente). Se alimentan de invertebrados (camarones, cangrejos), así como también de pequeños peces.
Según IUCN, la especie está casi extinta en las aguas brasileñas, mientras que en Argentina y Uruguay la población "disminuyó en un 96% entre 1994 y 1999". La organización la declara en peligro crítico, que es la categoría previa a la extinción en la naturaleza. Su mayor amenaza es la pesca que tiene a este tiburón como objetivo o aquella de arrastre que busca capturar camarones, pero termina con estos animales en las redes.
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